¿Quieres subir precios en tu restaurante sin perder clientes?
Imagina la típica conversación después de un mal servicio.
Cuatro mesas mal contadas. Los clientes no han consumido casi nada… la caja vacía… y demasiadas facturas encima de la mesa del despacho.
¡Bum, se enciende la bombilla!
“Tengo que subir precios”
Pero cuidado con el calentón. Porque si lo haces mal, quizá no subas precios… sino que cierres la persiana.
Subir precios no es cambiar cifras. Es cambiar creencias
Porque subir precios en tu restaurante sin perder clientes no va de tocar números.
- Va de cambiarte a ti.
- Y de cambiarle el cerebro a tu cliente.
El tema no es lo que cobras por plato. Es lo que el cliente cree que le estás vendiendo.
¿Qué pasa si subes precios sin estrategia?
Aquí empieza una serie de 3 artículos donde no te voy a dar sólo consejitos.
Te voy a poner frente al espejo: a ti y a tu carta.
Sin juicios. Entre camaradas. Desde la experiencia. Desde la trinchera.
Te acompaño a revisar todo con cabeza, sentido y un enfoque rentable. Porque subir precios restaurante sin perder clientes exige estrategia emocional, no solo Excel.
Este primer artículo es para ti, que estás al límite
Este artículo va de ese momento donde decides subir precios a lo loco… y casi te cargas tu propio restaurante.
Estate pendiente, que vienen más publicaciones sobre cómo subir precios con cabeza y sin perder clientes, cómo optimizar escandallos y cómo hacer que tu carta justifique cada euro.
Ya te hablé mucho de psicología. Ahora vamos a por la pasta.
EL PROBLEMA
Hay días que miras la caja y piensas:
“Con estos precios, no salgo a flote.”
Suben los costes.
Se acumula el estrés.
Y notas ese nudo en el estómago que te dice:
“O hago algo… o me hundo.”


LA REACCIÓN IMPULSIVA
Y entonces decides:
💡 “Subo precios.”
Un euro más por plato.
Un menú dos euros más caro.
Y crees que con eso lo arreglas.
Pero no has calculado una cosa:
Cómo lo va a interpretar tu cliente.
LO QUE PASA DESPUÉS
👉 Baja el cliente habitual.
👉 Empiezan las comparaciones con otros.
👉 Llegan los comentarios:
“Con el otro menú veníamos más…”
“Se ha puesto caro, ¿no?”
Y tú piensas:
“¿Pero si solo he subido un euro?”


EL CONFLICTO DE FONDO
Subir precios no es hacer una suma.
Es hacer una lectura emocional.
No se trata de cuánto cuesta.
Se trata de cuánto vale para el cliente.
💣 Si no trabajas la percepción de valor, cualquier subida parece un abuso.
LA SOLUCIÓN REAL
🔍 Antes de tocar la carta, toca tu sistema:
✅ ¿Por qué quieres subir precios?
✅ ¿Dónde estás perdiendo realmente?
✅ ¿Tienes estrategia… o solo frustración?
💡 El problema no siempre es el precio.
A veces es tu modelo, tu comunicación, tu gestión.


¿CÓMO SIGUE?
🙋♂️ Yo también cometí ese error.
Hasta que entendí que primero debía revisar qué vendía… y cómo lo vendía.
👉 En el siguiente artículo te explico cómo calcular tu ticket medio real y descubrir si el problema está en el precio… o en la percepción.
Bru, el del coaching para hostelería, y para mucho más
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